Brecha digital en España

España ocupa el puesto #38 en el World Economic Forum Networked Readiness Index (índice que mide cómo los países aprovechan las oportunidades ofrecidas por las TIC), lejos de países de su entorno como Finlandia, Suiza, Alemania, Francia o EEUU.25 En este país el porcentaje de hogares con acceso a algún tipo de conexión de banda ancha se sitúa apenas entre el 50-60%, con una penetración bastante alejada de las otras grandes economías de la UE.2
La falta de conexión a Internet o la facilidad de acceso tiene consecuencias graves desde el punto de vista de la exclusión social. En primer lugar, la brecha digital genera un tipo de exclusión geográfica, teniendo como zonas más afectadas las rurales y las zonas suburbanas que se enfrentan a posibles fallos del mercado y a la falta de inversión en TIC y en sus infraestructuras. En segundo lugar, encontramos un tipo de exclusión catalogado como generacional: las personas mayores tienen un nivel de penetración y una tasa de uso muy inferior a los demás grupos de edades. Finalmente, y contando con que la economía digital supone ya un 5,7% del PIB del país,26 las personas con bajos recursos económicos no pueden acceder a la información y herramientas que ofrece el entorno digital, sufriendo asimismo una descapitalización que tiene un alto precio en términos educativos y de acceso y mantenimiento en el mercado. En términos económicos, la brecha digital tiene un coste social de 1.300 millones de euros en España.27
Asimismo, cabe resaltar que la brecha digital se ve incrementada por los precios ofrecidos por las operadoras. En el caso de España, tanto la Comisión Europea ha advertido que los precios del ADSL están por encima de la media UE. De hecho, España se sitúa entre los países OCDE con la banda ancha más cara.28

Brecha digital en España

Brecha digital en España

España ocupa el puesto #38 en el World Economic Forum Networked Readiness Index (índice que mide cómo los países aprovechan las oportunidades ofrecidas por las TIC), lejos de países de su entorno como Finlandia, Suiza, Alemania, Francia o EEUU.25 En este país el porcentaje de hogares con acceso a algún tipo de conexión de banda ancha se sitúa apenas entre el 50-60%, con una penetración bastante alejada de las otras grandes economías de la UE.2
La falta de conexión a Internet o la facilidad de acceso tiene consecuencias graves desde el punto de vista de la exclusión social. En primer lugar, la brecha digital genera un tipo de exclusión geográfica, teniendo como zonas más afectadas las rurales y las zonas suburbanas que se enfrentan a posibles fallos del mercado y a la falta de inversión en TIC y en sus infraestructuras. En segundo lugar, encontramos un tipo de exclusión catalogado como generacional: las personas mayores tienen un nivel de penetración y una tasa de uso muy inferior a los demás grupos de edades. Finalmente, y contando con que la economía digital supone ya un 5,7% del PIB del país,26 las personas con bajos recursos económicos no pueden acceder a la información y herramientas que ofrece el entorno digital, sufriendo asimismo una descapitalización que tiene un alto precio en términos educativos y de acceso y mantenimiento en el mercado. En términos económicos, la brecha digital tiene un coste social de 1.300 millones de euros en España.27
Asimismo, cabe resaltar que la brecha digital se ve incrementada por los precios ofrecidos por las operadoras. En el caso de España, tanto la Comisión Europea ha advertido que los precios del ADSL están por encima de la media UE. De hecho, España se sitúa entre los países OCDE con la banda ancha más cara.28

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