Aspectos teóricos de la brecha digital
Algunos de los primeros autores que abordaron el problema de la Brecha Digital desde una aproximación sistemática y socialmente profunda fueron Herbert Schiller11 y William Wresch.12 De manera general, estos autores planteaban la necesidad de incluir a todos los sectores de la población en el acceso a la información disponible a través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, así como de las posibles ventajas derivadas de tal acceso.
Para Pippa Norris,13 se trata de un fenómeno que implica tres aspectos principales: la brecha global (que se presenta entre distintos países), la brecha social (que ocurre en el interior de una nación) y la brecha democrática (que se refiere a la que existe entre quienes participan y quienes no participan de los asuntos públicos en línea).
Otra corriente de investigadores14 se han centrado en aspectos cuantitativos de la brecha digital, destacando las diferencias estadísticas en el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, según un extenso abanico de variables socio-demográficas entre las que destacan el sexo, edad, nivel de ingresos, escolaridad, raza, etnia y lugar de residencia.
Uno de los aspectos más recientes que han sido analizados15 sobre la brecha digital, tiene que ver no solamente con el acceso a Internet, sino con la calidad de dicho acceso y la disponibilidad de conexiones de banda ancha que permitan acceder a contenidos multimedia en tiempos y costos adecuados al contexto de los usuarios.
De forma específica, el investigador holandés Jan van Dijk identifica cuatro dimensiones en el acceso: la motivación para acceder; el acceso material; las competencias para el acceso; y el acceso para usos avanzados (o más sofisticados). Plantea que la brecha digital está en constante evolución, dado el surgimiento de nuevos usos tecnológicos, que son apropiados más rápidamente por aquellos que tienen el acceso en forma más permanente y de mejor calidad, determinado por dicho ancho de banda.
El propósito de la brecha digital es enfocarse a la revisión de la información y comuncación para el extenso desarrollo de las TIC.




Aspectos teóricos de la brecha digital

Brecha digital en España

España ocupa el puesto #38 en el World Economic Forum Networked Readiness Index (índice que mide cómo los países aprovechan las oportunidades ofrecidas por las TIC), lejos de países de su entorno como Finlandia, Suiza, Alemania, Francia o EEUU.25 En este país el porcentaje de hogares con acceso a algún tipo de conexión de banda ancha se sitúa apenas entre el 50-60%, con una penetración bastante alejada de las otras grandes economías de la UE.2
La falta de conexión a Internet o la facilidad de acceso tiene consecuencias graves desde el punto de vista de la exclusión social. En primer lugar, la brecha digital genera un tipo de exclusión geográfica, teniendo como zonas más afectadas las rurales y las zonas suburbanas que se enfrentan a posibles fallos del mercado y a la falta de inversión en TIC y en sus infraestructuras. En segundo lugar, encontramos un tipo de exclusión catalogado como generacional: las personas mayores tienen un nivel de penetración y una tasa de uso muy inferior a los demás grupos de edades. Finalmente, y contando con que la economía digital supone ya un 5,7% del PIB del país,26 las personas con bajos recursos económicos no pueden acceder a la información y herramientas que ofrece el entorno digital, sufriendo asimismo una descapitalización que tiene un alto precio en términos educativos y de acceso y mantenimiento en el mercado. En términos económicos, la brecha digital tiene un coste social de 1.300 millones de euros en España.27
Asimismo, cabe resaltar que la brecha digital se ve incrementada por los precios ofrecidos por las operadoras. En el caso de España, tanto la Comisión Europea ha advertido que los precios del ADSL están por encima de la media UE. De hecho, España se sitúa entre los países OCDE con la banda ancha más cara.28

Brecha digital en España

Pobreza digital

Un concepto alternativo desarrollado en América Latina por DIRSI es el de pobreza digital.El concepto de “pobreza digital” es uno que, como tal, no aparece frecuentemente citado en las discusiones.El concepto más utilizado es el de “brecha digital” generalmente entendida como caracterizando las desigualdades en el acceso y uso de TIC a nivel de hogares o a nivel de países y que es objeto de medición frecuente. Frente al concepto de brecha, el concepto de pobreza digital trata de capturar el nivel mínimo de uso y consumo de los diversos atributos de las TIC, así como los niveles de ingreso de los pobladores para hacer efectiva una demanda.

 

 

Pobreza digital

Críticas hacia el concepto de brecha digital

La brecha digital no es un fenómeno que sea reconocido de forma unánime. Entre las principales críticas que se hacen, destacan los hechos por Benjamin M. Compaine,24 quien sostiene que se trata de un asunto que ha sido objeto de manipulaciones políticas y que las actuales diferencias observadas en el acceso y uso de las tecnologías de la información y la comunicación, se salvarán gracias al destacado impulso de este sector del mercado.
La diferencia social que existe entre aquellas personas que saben utilizar las TIC y aquellas que no, no siempre es un problema de posibilidad de acceso e infraestructuras (servicio universal) o conocimientos previos (alfabetización digital), sino que en la mayoría de los casos es un problema de actitud personal en lo referido a las nuevas tecnologías. Es preciso un cambio cultural que implique a todas las personas sin importar su condición o rango de edad para poner a su alcance y de forma más intuitiva y “usable” lo que llega, ha llegado y llegará en un futuro en materia digital.



Críticas hacia el concepto de brecha digital